Bruselas permite a las empresas de telefonía aplicar recargos si consideran que un usuario no justifica un uso elevado desde el extranjero. Los clientes de móvil de la UE no tendrán recargos por usar el móvil en otro país comunitario cuando viajen.

Pero con límites para asegurar “el uso justo”, según la última propuesta de la Comisión Europea, que debe tener lista la normativa el 15 de diciembre. Si los operadores detectan uso “irregular” desde el extranjero durante un plazo de al menos cuatro meses, podrán pedir explicaciones al cliente.

Y si en 14 días de plazo consideran que el cliente no ha sido capaz de justificar el uso del móvil desde el extranjero, le podrán imponer recargos en la factura. Según la norma, el operador no podrá ser invasivo a la hora de pedir documentación y tendrá que haber detectado un uso irregular del consumo de tarifa nacional durante al menos cuatro meses antes de iniciar el proceso contra un usuario por presunto abuso.

Si durante ese tiempo (llamado «periodo de observación») el uso del teléfono demuestra que ha estado más en otro Estado miembro que en el propio, entonces la empresa le avisará y comenzará el «periodo de alerta».

 

Fuente: Síntesis diaria

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